Perros y lobos
¿Sabes cómo los lobos evolucionaron y se convirtieron en nuestros amigos fieles?
Existen varias teorías sobre el origen de nuestros perros, pero estudios basados en marcadores genéticos, revelan que compartimos nuestras vidas con lobos ligeramente modificados.
En 1997 apareció en la prestigiosa revista Science un artículo científico que confirmaba que todas las razas de perros actuales proceden de una única especie ancestral, el lobo. El perro y el lobo presentan una similitud genética del 99,8 %. Si estás leyendo esto y vives con un Chihuahua pensarás que tu pequeño amigo de lobo no tiene nada.
Recuerda que no todo está en el exterior: por dentro tu perro es un lobo. Resulta curioso que dos animales tan diferentes a nivel externo como un Teckel y un Mastín del Pirineo pertenezcan a la misma especie. Si te preguntas cuándo los lobos se convirtieron en perros, resulta difícil dar una respuesta precisa porque se dice que humanos y perros coexistieron hace 10.000-15.000 años, pero también se habla de 40.000 y hasta 200.000 años. Los lobos empezaron a acercarse a los asentamientos humanos en busca de comida.
Los antiguos perros ayudaban a los humanos a cuidar de sus asentamientos y a cazar, y los humanos les ofrecían protección contra otros depredadores, así como fácil acceso a la comida.
Déjame que te guíe en un corto viaje a través de su sistema gastrointestinal. Las diferencias con el humano aparecen una y otra vez. Nada más empezar nuestro viaje observamos que los perros tienen 42 piezas dentales y mandíbulas fuertes que les permiten cortar, desgarrar y triturar, incluyendo molares adaptados a triturar huesos. Además, carecen de amilasa salival que es una proteína enzimática cuya función es predigerir los hidratos de carbono presentes en la comida como el almidón de los cereales.
Sus intestinos son cortos y están adaptados a digerir proteínas y grasas, no cantidades significativas material vegetal que suele contener carbohidratos, porque para ello se necesitan intestinos más largos como los humanos. No pueden alimentarse de la misma manera que una vaca o que un humano, su boca y su sistema gastrointestinal no presentan las mismas adaptaciones.
¿Estás dispuesto a hacer un cambio en la dieta de tu amigo de cuatro patas y no sabes cómo?
Llegados a este punto, ¿qué debería comer mi perro? Los perros son lo que se denomina mesocarnívoros, lo que significa que necesitan que su dieta esté formada por un 50-70% de alimentos de origen animal. Además, son carroñeros, es decir, que pueden alimentarse de presas que lleven algunos días muertas y no han perdido la capacidad de saborear lo dulce.
¿Cuántas veces has oído hablar de perros que tiran el cubo de la basura al suelo para conseguir comida?
¿Quizás compartes tu vida con uno que lo hace?
¿Todavía crees que tu amigo debería comer alimentos ultraprocesados que contienen cereales y legumbres?
¿Has visto alguna vez a un lobo deambulando por un campo de trigo o con una bolsa de alimento procesado atada a la cintura?
¿Te imaginas a un lobo comiendo lentejas?
